Orientaciones para vivir con el TOC para las familias – Parte 2

(5) Reconocer las “pequeñas” mejorías
Las personas con TOC suelen quejarse de que la familia no entiende lo que supone realizar algo como acortar cinco minutos la ducha o resistirse a pedir confirmación una vez más. Aunque todo eso le parezca insignificante a la familia, es un gran paso para ellos.
Reconocer estos logros aparentemente “pequeños” es un instrumento poderoso para animar a la persona afectada a que siga intentándolo y que ésta sepa que usted es consciente de los esfuerzos que hace por mejorar. Las palabras de elogio constituyen un sólido refuerzo positivo. No dude en utilizarlo.
(6) Crear un ambiente de apoyo
Cuanto más pueda evitar las críticas personales mejor. Es el TOC lo que pone nervioso a todo el mundo.
Intente aprender cuanto sea posible sobre el TOC. Su familiar sigue necesitando su aliento y aceptación como persona. Recuerde que la aceptación y el apoyo no significan ignorar la conducta compulsiva. Haga lo posible por no participar en la compulsión. Sin ser hostil, explique que las compulsiones son síntomas del TOC a los que no va a contribuir porque quiere que la persona se resista. De esta forma, transmitirá una actitud que no juzga y refleja la aceptación de la persona.


(7) Mantener una comunicación clara y sencilla
Evite dar largas explicaciones. En general, esto es más fácil de decir que de hacer, porque la mayoría de las personas con TOC piden constantemente confirmación a quienes les rodean: “¿Estás seguro de que he cerrado la puerta?” “¿Puedo estar seguro de que la cerré bien?”. Es probable que usted haya descubierto que cuanto más intenta demostrar que no hay necesidad de preocuparse, tanto más le refutan sus pruebas. Incluso la explicación más sofisticada no funcionará. Siembre hay un “¿y si?”
(8) Atenerse a un contrato de conducta
En sus esfuerzos por tratar de ayudar a controlar las compulsiones, es posible que le tachen de “egoísta o negativo”, pese a su actitud “colaboradora”. Puede parecer obvio que todos ustedes intentan alcanzar un objetivo común de reducción de los síntomas, pero cada persona puede hacerlo de forma diferente. En primer lugar, es preciso llegar a un acuerdo entre los familiares y la persona afectada en beneficio de ésta última sobre la no participación de la familia en los rituales (lo que incluye también resistirse a las incesantes peticiones de confirmación). Lo ideal es que todos alcancen este acuerdo.
En general, las respuestas cortas y sencillas son las mejores.


(9) Fijar límites, pero siendo sensibles al estado de ánimo de la persona
Teniendo en mente el objetivo de colaborar entre todos para reducir las compulsiones, los familiares pueden darse cuenta de que tienen que mostrarse firmes en cuanto a 1) los acuerdos alcanzados previamente sobre su participación en las compulsiones, 2) el tiempo dedicado a hablar sobre el TOC, 3) el grado de confirmación que se le dará, o 4) el perjuicio que causan las compulsiones en la vida de otros. El estado de ánimo suele determinar la medida en que la persona es capaz de rechazar las obsesiones y resistirse a las compulsiones. Además, muchos familiares comentan que saben cuándo la persona “tiene un mal día”. Es entonces cuando la familia posiblemente tenga que “retirarse”, a menos que peligre la vida de la persona con TOC o exista la posibilidad de que se produzcan situaciones violentas. En los “días buenos”, convendría que los familiares les animaran a resistirse lo más posible a las compulsiones.